30 dic 2010

Estar bien.

El esfuerzo mental que tengo que hacer para no matar a golpes a la gente que pasa por la calle. Y no sabe. Y no entiende nada. Y no se da cuenta. Porque no es su culpa. 
Infinidad de personas que pasan y no entienden que no tiemblo de frío. Que es tristeza. Que se me rompe el corazón. No, no se me rompe: me lo rompiste vos. Tirito de frío, y de miedo. 
Sí, ahora también tengo mucho miedo. ¿Siempre fue así? ¿Por qué me toca llorar a mí? ¿Por qué me fallaste así? ¿Por qué me cambiaste? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
No quiero que me duela más. Quiero que se termine ya. Puto el momento en que te conocí. No. No en el que te conocí. Después de todo, te conocí para ayudar a un amigo sin esperanzas. Puto, entonces, el momento donde te empecé a querer. Puto el momento donde te consideré mi amiga. Puto cada momento que pasé con vos. Cada vez que te adoré como a pocas. Puto, sobre todo, el momento donde empecé a confiar en vos. 
Me dijiste que sentías que me estabas traicionando. ¿No se te ocurrió que sentís eso, porque fue lo que pasó? 
No quiero sentir más nada. No quiero pensar. No quiero respirar. No quiero tener alma, cerebro o corazón. No quiero escuchar. Quiero convertirme en un ser (o un no-ser) de piedra. Quiero que te quede grabada toda mi tristeza para siempre. Quiero romperte la cara de una trompada, y que entiendas lo mucho que me duele tu bienestar. 
Y, sin emabrgo, te das cuenta que no lo hago. ¿Sabés por qué? Porque siempre pensé en dar todo por verte bien. Y acá tenés la prueba: estoy dando absolutamente todo por tu bienestar. Estoy cambiando mis sentimientos mediocres, las úniacs partículas de alegría que tenía. Estoy cambiando el aire que respiro, por verte bien. No te grité, no te insulté, y no te partí la cara como debería haber hecho. Todo para que estés bien.



1 comentario:

  1. Me pasa EXACTAMENTE lo mismo. Y ahora me dan ganas de putearlo, pegarle y escupirle todo mi asqueroso dolor en la cara. Pero no puedo.

    ResponderEliminar