7 feb 2011

Una bugia veniale.

Que sea una cuestión de fe 
la que mine el fardo católico,
y se oigan las voces
¡Per'l amore de Dio!


Si los cayos no te importaban 
¿Por qué no caminaste sobre tierra
en vez de hacerlo sobre el agua?


Y mientras, tú aliento 
intentaba ser el mío.


Ni en el Nuevo Testamento 
ni en el Diagramma della Veritá, 
oculto bajo deobleces matemáticos 
o la funda de la sábana
en ningún lado estaba explicado; 
¿Cómo hacer para alejarte de mi aliento?


Y se oyeron las voces: 
¡Per'l amore de Dio
che coglione che ha questa!


Eras más difícil de entender 
que DIII
¡Y mirá lo que te digo!


Necesitabas la arrogante verdad, 
y tu sed te daba de beber. 
Jugabas a ser Dios, 
pero la piedra angular 
que construyó la iglesia
fue la misma que la destruyó


¡Per'l amore de Dio!


En estados inducidos, iluminada, 
pellizcada.


Y la burda verdad te golpeó
con deliberada fuerza,
y tu gemido se convirtió
en hielo seco,
cuando comprendiste.


Y no hiciste más que gritarme: 
¡Quereme per'l amore de Dio!

-Rosario Hollmann.

2 comentarios:

  1. Es excepcionalmente grandioso Ro, este texto es mucho más de lo que me imaginaba alguien de nuestra edad podía hacer. Esos poemas los ves pocas veces fuera de libros de grandes autores...

    PD: Soy Rulo

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