1 sept 2010

Vs.

Siento que te quiero más de lo que yo me había permitido quererte. Y me da miedo. Mucho. No sé si estoy lista para quererte.
Y a vos te digo, que no vuelvas a hacerme esto. No es justo. No me parece.
Verte de nuevo, es tan alentador, como destructivo (¿Y qué pasa si no funcionamos como deberíamos?). Me encantás. Me gusta darte la mano, se siente bien.
Y me hacés enojar, sabiendo que cambió, que soy más vos y menos yo. Y lo odio. ¿Por eso nos odio, también? No tenés razón para justificarte. Estuviste mal. 
Siento que cada cosa de vos me gusta. Te representa en mi, en algún sentido posible (o no). Y a pesar de que muchas veces te diga que no, que es imposible, puede que te esté mintiendo un poco para no hacerlo más fácil.
Me encanta estar con vos. De verdad. Y me encanta sentirte, en cada aspecto posible, porque me podés. Pero creo que llegamos a un punto enfermizo, donde se mezclaron todos los vínculos que existen, entre usté' y yo. No quiero ni saber lo que pensás. 
Me podés, en cierto modo me podés.
Me podés, en todo aspecto posible. Me podés, no te importo, y me encanta. 
Me gustás. 
Me podés. 
Me querés.
Me querés, de una manera distinta. De la manera que me gusta, me querés. 
Te quiero. Demasiado.
Te quiero, pero no de la manera en que quiero querer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario